Luego de que el paciente toma la decisión de realizarse el tratamiento de depilación láser, en unas cuantas sesiones el pelo pasará a la historia. Se trata de un tratamiento que puede ser más caro pero también resultar más efectivo.
Es importante informarse de la fiabilidad de la clínica elegida y de la titulación de sus profesionales. La fotodepilación es un procedimiento de depilación láser médico y debe ser efectuado por y con el control de un doctor.
El especialista le deberá explicar al paciente qué tipo de piel y pelo posee, y teniendo en cuenta estas características personales, decidirá la cantidad de sesiones necesarias para su eliminación.
Normalmente se requieren unas 5 sesiones con un tiempo entre ellas de uno a tres meses. En líneas generales cualquier tipo de piel y pelo puede ser tratado con este tipo de depilación láser, aunque se ha demostrado que los resultados más efectivos son sobre la piel clara y el pelo oscuro. De todas formas, los expertos pueden adecuar los parámetros de longitud de onda, intensidad y duración de esta tecnología a las características particulares de cada paciente.
Una vez elegida el área en la que se aplicará la depilación láser, el experto aplicará un gel sobre dicha zona a modo de anestésico y como es frío, se evitan las posibles irritaciones.
Luego, tanto el paciente como el especialista se protegerán con gafas especiales para evitar daños en los ojos y se destruirán los folículos pilosos con el flash de luz que se emite a través de un filtro de cuarzo.
El pelo no se elimina de uno en uno, sino por áreas. La energía de la luz se transforma en energía calórica y consigue así una temperatura alta como para destruir el bulbo pilosos sin dañar los tejidos de alrededor, pero sí eliminando las células germinativas que son las que causan el crecimiento del vello.
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