Antes de comenzar el tratamiento se debe ajustar la longitud de onda de acuerdo al contenido de la melanina del pelo y el tejido que lo rodea. Esta luz puede alcanzar de forma muy exacta el folículo piloso sin dañar la piel.
Durante el tratamiento una parte de la energía de la luz pulsada intensa es absorbida por el pigmento de la piel y aumenta así la temperatura, llevando el calor hacia el folículo. Y otra parte de la energía atraviesa la piel y la absorbe el bulbo. Esta sinergia, exclusiva de este sistema, logra destruir definitivamente gran parte de las células del pelo, responsables de su crecimiento.
Luego del tratamiento el pelo dañado y el folículo se eliminan mediante un proceso fisiológico natural. Esto da resultado a una depilación de muy larga duración. La cantidad de sesiones necesarias dependen del área a depilar y el tipo y color de pelo y piel. Una media serían 6 sesiones. Es un sistema simple y rápido, sin dolor, que permite eliminar el vello de cualquier zona.
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